Corazones.

He encontrado un corazón oculto entre las sábanas de una cama, no desea que nadie lo observe, se pierde entre ellas, entre sus pliegues. Quiere ocultar la verdad, su verdad, la que lo atormenta y le quita toda sed de vida.

Se oculta del amor, no, tal vez del desengaño, la mentira, el odio ... debe ocultarse, no pueden descubrir su sueño, su amor es prohibido, no, nadie lo permitiría, nadie lo entendería.

Los recuerdos se agolpan en sus murallas, en esas que tan sólo él conoce, esas que están llenas de sangre, sangre por cada sueño no cumplido, por cada olvido que han dejado sus huellas dentro de él, heridad que no han podido cicatrizar.

Y cuando al fin logra sanar, sus ilusiones mueren dentro de él. desea sentir aquel latido, desea sentir su cuerpo desnudo, sus brazos fuertes que lo recorren, que sin querer le devuelven aquel latir, desea sentirlo, vivirlo, amarlo ... pero no, él no puede ser y lo sabe, es prohibido, aunque sin esos tópicos moralistas se arrancarían a saciar sus deseos porque no son indiferentes, se atraen, se sienten, se entienden.

Pero aqui estan cada uno por distintos caminos, mirandose desde rincones lejanos, clamandose con dedesos frustrados, nutriendo falsas esperanzas, alorandose como a nadie y apagando ese fuego con moralidades , con otros corazones que nunca llevarán la pasión que les llena.

Por eso se oculta, debe estarlo, debe olvidarlo, aquellos días no volverán ... debe ocultarse no puede permitirse esos pensamientos, nunca, nunca más.